lunes, 11 de julio de 2011

Entradas en Azul. ¡¡¡Papááá!!!

¡¡¡Papááá!!!
por Elena Benítez Zorita

Carles Cano, ¡¡¡Papááá!!! Anaya. Il. de Francisco Giménez

Esta obra se centra en las pesadillas de las niñas y los niños pequeños, en cómo cuando tienen miedo por la noche siempre va papá a salvarles de todos los peligros. Es una historia genial que narra todas los miedos nocturnos de un niño pequeño, sus pesadillas con los monstruos, los piratas, las momias, los animales salvajes… Y cómo al oír sus gritos su papá acude a salvarle de todos esos peligros. Con un toque de humor Carles Cano va contando cómo el padre, medio dormido, va deshaciéndose de todos esos seres fantásticos que tanto miedo dan al pequeño. Es una historia estupenda porque no presenta la figura del padre como un superhéroe sino como un hombre sencillo, que entre bostezos, caras de sueño y un pijama de ratoncitos ayuda a su hijo a superar los miedos nocturnos.
En lo referente a las ilustraciones, resulta muy significativo que las primeras sean en blanco y negro y la única figura a color sea la del niño. Esto transmite la sensación de estar inmerso en las pesadillas del pequeño, creo que es un recurso genial para que las niñas-os empaticen con el protagonista. Posteriormente, a partir del momento en que el niño grita y acude su papá a ayudarle, comienzan las imágenes a color. A pesar de emplear un amplia gama de colores todos son de tonos suaves, lo que transmite serenidad y calma; aspecto bastante necesario en un cuento que trata sobre miedos infantiles. Por otra parte, las ilustraciones son muy divertidas y cargadas de detalles.
Este cuento se puede aplicar en el aula a partir de los tres años. Como es evidente, tras lo ya comentado, es una historia estupenda para trabajar el tema de los miedos infantiles con las niñas y los niños. Se puede partir de este cuento para comprobar a qué seres fantásticos tienen miedo las niñas-os y después hablar sobre ellos en el aula. Podemos buscar imágenes y mostrárselas en un PowerPoint, hablar sobre sus características buscándoles el lado positivo y desmitificando todas las connotaciones negativas de los seres fantásticos. Después podemos decorar imágenes de estos seres con diferentes técnicas plásticas y exponerlas en el aula. Y, por último, podemos inventar, entre todos, un cuento basado en todos los seres fantásticos analizados. Después se hacen caretas de los personajes y se dramatiza la historia. Por otra parte, este cuento también puede servir como punto de partida para trabajar con los pequeños-as los distintos roles familiares y las relaciones entre éstos, por ejemplo los miembros de la familia y las funciones de cada uno en el seno familiar. Se partiría de la figura del padre que aparece en esta historia, para, poco a poco, ir ampliando a la figura de la madre, los hermanos, los abuelos, los tíos, así como el papel del propio niños-a en su familia.

martes, 5 de julio de 2011

Entradas en Azul. Orejas de mariposa


Orejas de mariposa
por Elena Benítez Zorita

Aguilar, Luisa, Orejas de mariposa, Kalandraka.
Il. de André Neves

Este fabuloso cuento trata el tema de las diferencias entre las personas y de cómo algunos niños-as pequeños pueden ser muy crueles con los compañeros-as que son diferentes bien por razones físicas o socioeconómicas. Para ello se vale del personaje de Mara, una pequeña que, además de tener las orejas grandes, pertenece a una familia de nivel económico bajo lo que conlleva una serie de rasgos apreciables como usar zapatos y libros viejos, llevar calcetines rotos o un vestido que parece un mantel, e incluso que le rujan las tripas por el hambre. A pesar que parece una historia trágica es todo lo contrario, la autora ha conseguido relatar resta realidad con un toque de humor y fantasía que despiertan en el lector un sentimiento de ternura y empatía. A este hecho ayudan indudablemente las imágenes que acompañan al texto, cuya sensibilidad y colorido suplen la belleza que les falta y las convierte en imágenes de una alta calidad estética. Además, remarcar que el ilustrador emplea tonos vivos y llamativos destacando los verdes y naranjas. Por último al respecto, se ha de matizar que las imágenes son simples y poco recargadas, pero con todos los detalles necesarios para unirse en una sola voz con el texto.
Dadas las características que hemos ido comentando sobre este cuento, es muy apto para trabajarlo en las aulas de Educación Infantil desde los tres años. Es una obra sencilla, con oraciones simples y estructuras repetitivas que facilitan su memorización. Además, las ilustraciones son muy simples, facilitando la comprensión del argumento del cuento. Por otra parte, su colorido las hace extremadamente llamativas lo que favorece la captación de la atención de las niñas y niños.
Su aplicación en el aula es muy variada, tanto como maneras hay de entender y comprender la historia que narra. Aún así, veamos algunas de sus posibles vías de trabajo en el aula. La más obvia es partir del cuento para trabajar el respeto a todas las personas independientemente de su raza, sexo, religión, características físicas… Esto es relativamente sencillo, tras la narración del cuento y la comprobación de que las pequeñas-os han comprendido el argumento del mismo, podemos empezar a ver las diferencias entre los propios niños-as del grupo-aula, por ejemplo: los clasificamos por sexo, por altura, por color de pelo, por la forma de su pelo (rizado, liso), por su color de ojos…Haciéndoles con ello conscientes de que todos son diferentes pero a la vez iguales ya que todos tienen dos brazos, dos piernas, cabeza, pelo, ojos, boca, nariz… Si en la puesta en práctica de esta actividad vamos contando los niños-as de cada subgrupo y anotándolos en un mural grande y visible nos servirá también como actividad de lógica-matemática centrada en la formación de conjuntos y la numeración básica. Por otra parte, este cuento también nos puede servir para trabajar las habilidades sociales con el grupo de iguales. En el cuento los demás niños-as se burlan de Mara porque es diferente, en el aula podemos emplear esto para extraer la connotación negativa, que los niños-as empaticen con la protagonista y comprendan que los otros niños-as se están comportando mal con Mara y no están siendo buenos amigos. A partir de ahí podemos dialogar con los niño y las niñas sobre las cosas que no les gusta que les hagan o digan los amigos-as de la clase y otras que sí que les gustan. De esta manera las pequeñas-os comprenderán que hay cosas que molestan a los demás pero que hay otros comportamientos que sí gustan y que son éstos últimos los que han de llevar a la práctica. Todo ello lo podemos recoger en un mural en el que cada niña-o dibujo algo que no le gusta que le hagan/digan sus amigos y otra cosa que sí le agrada que le hagan/digan. De esta forma tendrán siempre presente de manera gráfica algunas normas básicas de conducta en el aula impuestas por ellos mismos y no por un agente externo, esto les facilitará cumplir con dichas normas porque las comprenden y asimilan mucho mejor